Una mujer de 33 años sufría dolor crónico, infecciones y picazón intensa debido a inyecciones ilegales de silicona. También experimentaba confusión mental, que atribuyó a la silicona. Una resonancia magnética confirmó que la silicona no se había infiltrado en el glúteo mayor, lo que la convertía en candidata ideal para la extracción abierta de silicona.
La Dra. Katzen realizó la cirugía de 4 horas con precisión, realizando una incisión estratégica en la parte superior de los glúteos para retirar la silicona y el tejido cicatricial. Siguió cuidadosamente las instrucciones postoperatorias, usando una prenda de compresión durante ocho semanas y retirando los drenajes a los 16 días.
Tras el procedimiento, todos sus síntomas desaparecieron. Regresó al trabajo en dos semanas, sin dolor y llena de energía. Agradecida por los resultados, advierte a otros sobre las inyecciones ilegales y anima a quienes las han sufrido a que se las extraigan. Aceptó su apariencia natural y decidió no someterse a una transferencia de grasa (BBL).