La transformación de Catherine: de los sueños de la infancia a la realidad con el Dr. Katzen
“Había una vez una niña llamada Cindy. Su nombre en realidad era Catherine pero todos la llamaban Cathy, lo cual no le gustaba porque sonaba demasiado a “gorda”. Cindy sonaba como “delgada” y “delgada”; Entonces Cathy se convirtió en Cindy. Todas las noches, Cindy se metía en la cama y rezaba para que cuando despertara se pareciera a todos los demás niños. “Por favor, Dios, déjame ser delgada como todos los demás”. Todas las mañanas, Cindy se despertaba y encontraba que nada había cambiado. Tendría que afrontar otro día humillante en primer grado. "Muuuuuu." gritaron los niños mientras tomaban sus escritorios y los sacudían cuando Cindy caminaba por el pasillo hacia su asiento en el salón de clases. Escapar de los crueles niños significaba que el almuerzo y el recreo los pasaría escondidos en el baño de niñas. Cindy pasó muchos años escondida y orando hasta que apareció su Hada Padrino. El 26 de diciembre de 2002 me hicieron un bypass gástrico y perdí más de 150 libras, pero todavía me escondía y oraba para lucir normal como otras mujeres. Quería usar camisetas sin mangas, pantalones cortos y traje de baño; ropa que la mayoría da por sentado hasta que tienen que lidiar con meter grandes cantidades de piel. Con más de 50 libras de piel suelta colgando de mi cuerpo, parecía que la vida que quería siempre estaba fuera de mi alcance. ¿Cuándo iba a aparecer ese Hada Padrino?
El 10 de mayo de 2007, después de entrevistar a varios cirujanos plásticos, finalmente conocí al Dr. Katzen, mi "Hada Padrino". Fue muy profesional e inmediatamente me tranquilizó. Se tomó su tiempo para informarme sobre los diferentes procedimientos disponibles. Me impresionó mucho su conocimiento y su carácter. Fue entonces cuando comencé el proceso de eliminar el exceso de piel de mis muslos, estómago, brazos y senos. El Dr. Katzen y su maravilloso personal me sostuvieron la mano con delicadeza durante ocho meses de cirugía reconstructiva.
El 20 de mayo de 2008 ahora puedo decir que mis oraciones finalmente fueron escuchadas y ahora tengo la oportunidad de vivir la vida que siempre soñé vivir. El Dr. Katzen es un ángel que vive, respira y camina en esta Tierra. Él ve lo que la mayoría no puede. Cuando miró mi cuerpo deforme, devastado por años de obesidad mórbida, vio el producto terminado ya allí. El Dr. Katzen es más que un cirujano. Es un artista, un creador, un arquitecto que diseña milagros. Estoy eternamente agradecido con él y sus talentosas habilidades”.