La historia de Karen N.
“Después del nacimiento de mi primer nieto, después de luchar contra la pérdida de peso durante más de 30 años y sin tener ningún problema de salud, tomé la decisión de someterme a una cirugía de bypass gástrico. Quería poder tirarme al suelo, saltar a la comba, andar en bicicleta, etc. con mis nietos sin quedarme sin aliento. Pesar 262 kg no me facilitaba estas cosas. En julio de 2003, a la edad de 52 años, me sometí a la cirugía de bypass gástrico. Tres años después, con 150 kg menos y todavía viéndome gorda, decidí que me quitaran el exceso de piel. Conocía al Dr. Katzen por el grupo de apoyo al que asistía. Sabía que era el cirujano indicado para mí, ya que su experiencia eran los pacientes de cirugía bariátrica. El Dr. Katzen, con su humor, me hizo sentir muy cómoda, relajada y segura de haber elegido el cirujano adecuado. Considero al Dr. Katzen mi artista (escultor) personal. El primer paso del proceso de esculpido fue el lifting corporal circunferencial en septiembre de 2006. Los resultados fueron increíbles. Tenía un abdomen plano y no tenía más rollitos. Hablando de rollitos, estaba frente a la computadora, me bajé la camisa para taparlos, miré hacia abajo y me olvidé de que ¡¡ ...
La segunda escultura fue mi levantamiento de muslo medial y la incisión en cuña en febrero de 2007. Mis alforjas no desaparecieron por completo con el levantamiento de la carrocería como esperaba, pero ahora ya no están.
El Dr. Katzen me ha hecho sentir parte de su familia. Es como si lo conociera de toda la vida y eso se aplica a todo su personal. Espero terminar la escultura final (levantamiento de senos e implantes) en septiembre de 2007 y entonces el Dr. Katzen verá su trabajo finalizado y yo viajaré a Hawái con mi novio de la secundaria (mi esposo) desde hace 37 años.
No puedo agradecerle lo suficiente al Dr. Katzen por mi nuevo cuerpo, mi nueva oportunidad de vida y por finalmente sentirme a gusto con quien soy”.